SENTIMIENTOS ENCONTRADOS
Hoy no era
el día para esta entrada pero quiero aprovechar que Antonio Maeso ha vuelto a
casa, para mandarle un abrazo desde ésta, mi pequeña atalaya desde la que hablo
al mundo, del mundo que me apasiona: Las motos. Comienzo mi relato, aun
aturdido por el comunicado de prensa, que he leído esta tarde. El martes día 4
de junio, uno de los días de descanso durante la semana de carreras del TT,
decidimos darnos una vuelta por la
Isla para conocerla un poco más, aprovechando la interesante
oferta de transporte público de Ellan Vannin. Mi prioridad visitar Bungalow. Cuando
el tranvía que sube hasta Snaefell, el punto más alto de la Isla de Man, 610 metros sobre el
nivel del mar, desde Laxey, nos aproximaba a ese lugar mágico donde miles de
motos de carreras han pasado por allí a ritmo de competición durante más de
cien años, miles de PILOTOS, hoy con todas las letras mayúsculas, han dejado su
huella en la carrera de las carreras y también cientos de miles de aficionados
han disfrutado de la velocidad en estado puro, no pude evitar que mi piel se
erizara. El monumento a la memoria de Joey Dunlop, ante mi, me provocó un
escalofrío de alegría como no podéis imaginar. Aproveché para poner en orden
todos mis sentimientos motociclistas, incluso llegué a emocionarme, rodeado de mis
hermanos desconocidos, tan apasionados y felices como yo. Tampoco pude evitar
acordarme de Antonio Maeso, que dos días antes había sufrido su percance, cerca
de allí en Black Hut.