ARTESANÍA
En los noventa surgieron de la necesidad varios campeonatos internacionales que permitían a los preparadores que no tenían o no querían tener una fábrica detrás poner en liza sus máquinas para el disfrute de los aficionados. En estas carreras las protagonistas verdaderas eran las motos que participaban y no los Pilotos que las gobernaban. Sound of Singles (SoS), Battle of Twins (BoT) ó British European and American Racing Series (BEARS) eran estos campeonatos donde las máquinas participantes no precisaban derivar de modelos homologados. Eran el escaparate de los preparadores visionarios que demandaban una competición en la que probar sus ideas, que en algunos casos podían resultar bastante extravagantes. En el primero de los campeonatos, el motor debía ser monocilíndrico, el BoT era para bicilíndricas, con algunas restricciones y el tercero de ellos, prohibía la participación de motores de dos tiempos, de dos cilindros multiválvulas con distribución desmodrómica, para evitar precisamente la hegemonía de los motores Ducati de última generación y los motores de más de tres cilindros.
Estos campeonatos permitían al aficionado disfrutar de la orgía de ideas hechas realidad por los diferentes preparadores. Uno de los asiduos a ellos era Sundance, una empresa japonesa especialista en preparaciones con motores Harley Davidson. Las motos que mostramos en esta entrada son las Daytona Weapon I y II y la Golden Balls , todas ellas realizadas entre los años 1992 y 1998. Las Daytona Weapon estaban realizadas a partir de un motor H&D con transmisión secundaria por cadena, le acompañaba un chasis multitubular de aluminio a modo de doble viga realizado por Over, dejando las suspensiones a una horquilla invertida delante y a un monoamortiguador detrás. En el caso de la Golden Balls , obviamos la traducción, la filosofía era un poco más simple sustituyendo el chasis por una doble cuna, que mecía el V-Twin de Milwaukee, manteniendo la horquilla invertida delante e instalando un sistema con doble amortiguador trasero.
Preservar campeonatos como los mencionados debería ser prioritario ya que no todo es avance tecnológico que después irá a la serie si o si, o al revés. Debería ser igual de importante tener escaparates donde mostrar diferentes puntos de vista, también en competición. Tener espacios donde se puedan poner a prueba suspensiones alternativas o chasis con filosofías y materiales discrepantes con los convencionalismos del mercado. Qué hubiera sido de las Britten sin el campeonato BEARS que precisamente nació en Nueva Zelanda o como hubiera evolucionado Bimota su 500 V2 de 2T, sin la Fórmula Libre italiana. El problema es el de siempre, mantener la infraestructura que precisa un campeonato es costoso y esto no deja de ser un negocio, donde el dinero lo ponen marcas y patrocinadores. Por desgracia, cada vez hay menos espacio en la competición para los artesanos.
Sundance Daytona Weapon I del 97
Sundance Golden Balls y Daytona Weapon I.
Jay Springsteen con la Sundance Golden Balls.
Varias instantáneas de las Sundance Daytona Weapon I y II.
Sundance Daytona Weapon II del 98.
Jay Springsteen con la Sundance Daytona Weapon II del 98.
Fantástica web, la de Sundance llena de motos e historias interesantes.
MCM
Fotos: Sundance.
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