PRELUDIO
El momento
de la partida se acerca, han pasado los meses deprisa y despacio a la vez. No
veía la luz al final del túnel del mismo modo que se ha aproximado el día más y
más rápido. Está casi todo listo, aunque como en cualquier otro viaje, siempre
hay cosas que preparar en el último momento. Los nervios afloran más si cabe, a
pesar que, desde que decidí que 2013 era mi año, me han acompañado junto con mi
mono de nicotina y de otras sustancias. No va a ser una larga estancia, sino
una escapada para vivir de primera mano, lo que siempre he observado desde la
distancia. La mañana del Mad Sunday me espera, como un niño en un parque de
atracciones, perdido sin saber que hacer primero. Todo el mundo que deseabas
saborear delante de ti, y tú, abrumado sin capacidad de reacción. Seguro que
serán unos segundos, ya que mi mente lujuriosa y malévola, buscará saciar de
placer mis instintos, como un yonqui sofoca su ansiedad con una aguja. Me
esperan motos y carreras, donde se debe vivir la experiencia: En la Isla de Man.