24 jul 2013

KEVIN SCHWANTZ EN LAS OCHO HORAS DE SUZUKA

LA VUELTA DEL GENIO


Hace un par de meses desayunamos con una noticia que a muchos de mi generación, nos hizo sonreír de oreja a oreja. No hará falta que te diga cual es, pero por si no te habías enterado, esa noticia era que el Pajarito anunciaba su participación en las 8 Horas de Suzuka 2013. El próximo fin de semana se celebra la carrera y Kevin Schwantz tomará la salida integrado en el Team Kagayama, junto a Nitro Haga y al propio Yukio Kagayama. Yukio ha reunido un equipo bastante atractivo y potente, levantando una expectación que hacía mucho no despertaba esta carrera, que con el tiempo fue perdiendo la importancia y el interés en occidente que tuvo hasta mediados de los noventa, cuando todos los grandes de los mundiales de motociclismo, superbikes y resistencia se batían el cobre por una victoria que las marcas consideraban imprescindible y obligatoria.

Creo que tampoco hace falta que te diga que para mi sería una satisfacción absoluta, comprobar que mi ídolo de juventud, es capaz de volver ganando. Ya lo hicieron otros como el gran Mike Hailwood en el TT, por que no, el tejano. Suzuka siempre se le ha dado bien al Pajarito. Durante su etapa como Piloto del mundial de motociclismo consiguió cuatro victorias en el GP de Japón celebrado en Suzuka, en los años 1988, 1989, 1991 y 1994; además, Kevin acabó el GP de Japón, siempre en el podio, en todas las temporadas que hizo al completo, siempre en el circuito de Suzuka.

Su relación con las 8 horas ha sido positiva, aunque no llegó a conseguir la victoria en su etapa profesional. A pesar de ello, sí puede presumir de poseer algún que otro podio, tres para ser exactos. En 1985 haciendo equipo con Graeme Crosby sobre la primera de las GSX-R 750, consiguió terminar tercero a tres vueltas de los ganadores, que fueron Wayne Gardner y Masaki Tokuno. En 1986 haciendo equipo con el japonés Satoshi Tsujimoto, sobre una Suzuki GSX-R 750, repitió tercer puesto, terminando de nuevo a tres vueltas de Wayne Gardner y Dominique Sarron. Volvió a abrir botella en 1988 terminando segundo, haciendo equipo con Doug Polen, sobre, como no, una Suzuki GSX-R 750, acabando a una vuelta del equipo formado por Wayne Rainey y Kevin Magee.

Si le sigues un poco en las redes sociales sabrás que se encuentra en forma y lo de darle al mango no creo que se le haya olvidado. Lo que sí espero que haya quedado en el olvido fueron los motivos de su retirada, que dejo a muchos aficionados completamente huérfanos. Yo soy uno de esos damnificados. Kevin Schwantz era un Piloto como muy pocos he tenido la suerte de ver durante las tres últimas décadas. Luchó siempre por encima de sus posibilidades, fiel a la marca que le llevó al mundial, Suzuki, durante toda su carrera, a pesar de que la RGV Gamma sólo fue realmente competitiva durante media temporada en el año noventa. En mi caso después de Kevin el mundial, nunca ha vuelto a ser lo mismo. Que no se me entienda mal, ningún Piloto del mundial me ha llenado como él desde entonces, simplemente. Estar siempre en la cuerda floja, le llevó a sufrir una lista interminable de lesiones, lo que sumado al accidente de Wayne Rainey, su más duro rival, llevaron al tejano a perder la ilusión y anunciar su retirada en el 95. Uno de los días más tristes que recuerdo, siempre en el contexto de las carreras de motos.

Entiendo que no hace falta que te diga que para este fin de semana he pedido un deseo y es el que tú sabes, ¡Ojalá se cumpliera! Se convertiría en una de las gestas más grandes de la historia del motociclismo de competición.










MCM


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