VESPAMIGOS PLASENCIA

ESOS LOCOS CON SUS LOCOS CACHARROS

Ya te advertí que de vez en cuando me iba a salir completamente de la línea. Hoy es otro más de esos días y como lo tengo calentito, te voy a contar el magnífico sábado que disfruté con mis amigos del recién nacido club Vespamigos de Plasencia. Los chicos de La Facultad absolutamente absorbidos por sus máquinas infernales, para su presentación en sociedad, organizaron en un visto y no visto una estupenda Quedada en la ciudad del Jerte, que me permitió involucrarme en un medio desconocido para mí, el planeta Vespa y su idiosincrasia. Dudo mucho que a Corradino D’Ascanio se le pasara siquiera por la cabeza que aquella idea que pretendía facilitar la motorización de una Italia aún herida tras la segunda guerra mundial, se fuera a convertir en una verdadera forma de vida para muchos, que roza la obsesión en ciertos casos. Estando presentes dos ruedas y un motor, como sabes, a mí, me sube. Mi ansia de moto hace el resto y como amaneció un día muy apetecible para montar en moto, arranqué mi querida Gixxer y acabé a las diez y media de la mañana con un brazalete de la organización para echar una pequeña mano.

El día se fue enfriando poco a poco, pero eso no fue impedimento para que Vespas de Plasencia, Coria, Jaraíz de la Vera, Trujillo, Cáceres, Badajoz, Miajadas, Béjar e incluso de Llanes, perdonadme si me olvido de alguien, fueran invadiendo la Plaza Mayor impregnando el ambiente con el olor a “motul due tempi” después de haber combustionado en su correspondiente ciclo termodinámico. Por delante, una mañana turística por Plasencia y las inmediaciones de Monfragüe. Sobra decir que todo fue absolutamente gratis para los participantes, todo. Incluso los pucheros de patatas revolconas y rabo y la riquísima paella que saboreamos por cortesía de Las Habazas y el Café Teatro La Facultad. La Quedada se ha organizado con la misma rapidez que cariño por el alma mater del club, Elvis Micot, verdadero impulsor de la jornada y vespero integrista. Un auténtico figura. Con diez como él donde yo te diga, salimos de la crisis como dos y dos son cuatro.

Cuando algo se hace con cariño, cariño recibes y entre todos los presentes se cocinó un día fantástico de ambiente motero del de verdad. Este agradable ambiente es probable que se deba a los efluvios expulsados por una cincuentena de Vespas encerradas en la zona de intramuros de Plasencia. Cualquier fumador de sustancias opiáceas hubiera disfrutado de la atmósfera generada. Es broma. La verdad es que la Vespa se vive a flor de piel por sus propietarios, juntar a unos cuantos hace el resto. Gente excelente sin duda. Gente que se preocupa por su igual, te lo puedo asegurar. El grupo de Facebook fue hasta la llegada de todos a sus respectivos puntos de partida, un punto informativo en el que todos estaban pendientes de todos, para muestra, el presidente del club Vespacenses sufrió una pequeña avería, inmediatamente vesperos cacereños fueron en su busca para ayudarle en lo que pudieron para continuar la marcha y todos permanecieron pendientes hasta su llegada a casa. ¿¡Cómo no te vas a emocionar Elvis!? He prometido que a la próxima la Gixxer se queda en casa y me busco una Vespa. ¡Me van a echar de casa! Pero seguro que mi mujer se quedaría con la italiana.

Cultura, afición, sentimiento, amor,… llámalo como quieras la moto y en este caso la Vespa une gentes diferentes, con diferentes circunstancias, jóvenes y “jóvenes de espíritu” bajo un mismo manto, las dos ruedas.

Momentos que se viven y quedan para el recuerdo y siempre una moto por medio.

Vesperos,… algunos me decían, no somos moteros, somos vesperos. No os equivoquéis sois auténticos y genuinos moteros, de los de verdad, de los que mantienen la ilusión intacta.

El núcleo placentino recibiendo un bonito recuerdo del presidente del club pacense.

La Vespa refleja tendencias y personalidades.

La Vespa de Elvis va a tener en breve una cita con este Blog. Cincuenta años la contemplan, con una historia digna de ser contada.

Martín Carlos y su aparato volador se encargaron de inmortalizar unas vistas impresionantes de nuestra bella ciudad de Plasencia y del más de medio centenar de Vespas que la conquistaron el sábado.

A Badi LETRABE le tocó currar un poquitín, pero “¡Sarna con gusto no pica, cabronazo!”.

Los hermanos Alcalá hicieron labores de apoyo para que todas las Vespas volvieran sanas de la ruta por Monfragüe. Sobre estas líneas Miguel y su Impala 2.

…y Elvis Micot, alma mater de Vespamigos Plasencia estuvo al tanto de todo y de todos. Ha organizado una quedada en un tiempo record y ha logrado dar a conocer este pequeño club de manera fantástica. ¡Ojo con este chico!

Texto y fotos: MCM

Enlace: Vespamigos Plasencia