Elvis me
avisó hace algún tiempo vía Whatsapp: “Dani,
ya estamos en marcha, el primer finde de Mayo, la segunda quedada”.
Respondo: “¿El de Jerez?”; “Ostia tío ¿No jodas?”; “No te preocupes, este año estoy de protesta,
no voy a bajar, estaré con vosotros”; “¡De
puta madre!”. Guardo muy buen recuerdo de la primera quedada de Vespamigos
Plasencia, celebrada a finales del año pasado y me apetecía repetir. Realmente
soy un motero solitario. Disfruto más cuando ruedo sólo, sin nadie detrás ni
delante, que caliente mi ansia de velocidad y viceversa, porque además, mi ánimo
suele ir bastante caliente siempre. Me gusta rodar por mis tramos favoritos a
mi aire. Últimamente con algo de miedo, pero no a las carreteras ni a sus
moradores. Sé por donde voy y qué puedo encontrar. La amenaza viene del aire.
¡Sí, sí! El Pegasus es el que me pone nervioso. ¡Encima hay dos por ahí! ¡Qué
cabrones! Como te decía soy un solitario, pero como a todos de vez en cuando me
apetece hacer “pandillina”.
Mostrando entradas con la etiqueta VESPAMIGOS PLASENCIA. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta VESPAMIGOS PLASENCIA. Mostrar todas las entradas
13 may 2014
18 nov 2013
VESPAMIGOS PLASENCIA
ESOS LOCOS CON SUS LOCOS CACHARROS
Ya te
advertí que de vez en cuando me iba a salir completamente de la línea. Hoy es otro
más de esos días y como lo tengo calentito, te voy a contar el magnífico sábado
que disfruté con mis amigos del recién nacido club Vespamigos de Plasencia. Los
chicos de La Facultad
absolutamente absorbidos por sus máquinas infernales, para su presentación en
sociedad, organizaron en un visto y no visto una estupenda Quedada en la ciudad
del Jerte, que me permitió involucrarme en un medio desconocido para mí, el
planeta Vespa y su idiosincrasia. Dudo mucho que a Corradino D’Ascanio se le
pasara siquiera por la cabeza que aquella idea que pretendía facilitar la
motorización de una Italia aún herida tras la segunda guerra mundial, se fuera
a convertir en una verdadera forma de vida para muchos, que roza la obsesión en
ciertos casos. Estando presentes dos ruedas y un motor, como sabes, a mí, me
sube. Mi ansia de moto hace el resto y como amaneció un día muy apetecible para
montar en moto, arranqué mi querida Gixxer y acabé a las diez y media de la
mañana con un brazalete de la organización para echar una pequeña mano.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)