Desde hace
unos cuantos días tengo un poco abandonado el cortijo, y es que de vez en
cuando la musa, la necesidad o llámalo como quieras, se va. Sí, sí, se va, sin
decir adiós y lo que es peor, sin decirte si volverá algún día. De repente, te
sientas delante del teclado y… no hay manera de,… eso que no. Pero bueno, poco
a poco la cosa vuelve a salir, el cuerpo te vuelve a pedir este ratito en el
que tu mente se abre, y puedes expresar mejor o peor lo que es sencillamente tu
personalidad. Escribir es un proceso complejo, pero tremendamente adictivo. Yo
lo hago desde la absoluta modestia del desconocedor del medio, que entra como
un elefante en una cacharrería, a veces desbordado, a veces austero, pero
siempre buscando el placer de escribir. Sin el conocimiento de la norma. Como
cuando de chaval trataba de arreglar algo en mi Vespino, sin tener ni puta idea
de lo que hacía. Al final todo volvía a funcionar, no sin preguntarme ¿Pero
como coño he hecho? Ya te lo he comentado en alguna ocasión, estudié hasta el
final, hasta donde te dicen, ¡ya tío! pero no dediqué mi tiempo precisamente a
este arte dominado por muy pocos. Volviendo a la pérdida de mi musa, en otros
tiempos, no muy lejanos, una situación como ésta, tenía fácil solución. Hacía
la llamada al estado de Colorado. Allí sí saben cuales son las necesidades del
alma. Ahora trato de no nublar mi consciencia con ningún elemento externo, pero
me empiezo a arrepentir de la decisión. Te cuento todo esto, por que creo que
te debo una explicación a ti, sí a ti que entras a diario a éste, mi pequeño
espacio en la red a ver que he hecho hoy, y te he dejado abandonado unos días
sin más. Te pido mis más sinceras disculpas.
Bueno dicho
esto, tenemos el TT 2014 a
la vuelta de la esquina. Sólo faltan 65 días y si adquiriste tus billetes de
avión y ferry y conseguiste alojamiento, vamos a comenzar con los capítulos de
aclaraciones y recomendaciones. En su momento te comenté porque elegí el ferry
para la llegada y la salida de la
Isla de Man. Existe un equilibrio entre practicidad y
emotividad patente en la elección del ferry. Ya que los momentos que vivas en
él serán para ti para siempre, pero además el ferry te permitirá disfrutar del
lugar hasta el último momento, aprovechando tu tiempo al máximo. Me dirás, eres
un poco sensiblero con eso de los momentos y tal. No te voy a mentir, me gusta
vivir las circunstancias, que me calen hasta los huesos. Por eso te voy a
contar una pequeña vivencia, íntima y feliz. El día de descanso entre carreras,
que vivimos, fue sensacional. Planeamos una excursión por aquellos lugares a
los que nos llevaran los tranvías eléctricos y autobuses que comunican la
Isla. Al comenzar el día y durante el
viaje, no me había planteado la posibilidad de estar en Bungalow, ya que al no
disponer de medio de transporte, no las tenía todas conmigo. Al comprobar la
posibilidad de enlazar en Laxey con el tranvía que sube hasta Snaefell, mi
semblante tornó a “Satisfaction Mode”. Disfruté la subida como un enano, hasta
ver aparecer Bungalow al fondo, como dos días antes en la proa del Manannan al
comenzar a distinguir Ellan Vannin en el horizonte. Ahí estaba yo, delante del
bello monumento en homenaje al Rey de la Montaña. Mis acompañantes,
bastante más deportistas que yo, se propusieron subir andando hasta el punto
más alto de la Isla. Yo
me quedé allí sentado con Joey, contándole mis cosas, respirando profundamente,
con todos mis sentidos al cien por cien, para no olvidar en la vida aquel olor,
la temperatura, la luz, el sonido de las motos gas a fondo en dirección a
Hailwood Rise. Aquello es místico. Mi mente empezó a pensar en todos los que
pasaron por allí durante más de cien años de carreras. No pude evitar
emocionarme. ¡Qué felicidad! Me ha pasado pocas veces en la vida. Allí junto a
Joey me pasó. La satisfacción plena me abrumó. Aquel día visitamos Ramsey,
tomamos una birra en The Swan, hicimos poquito a poco buena parte del Mountain
Course,… Kirk Michael, Ballaugh Bridge, Glen Helen, Barregarow, Crosby, “Ballascary”,…
fue un chute de TT, pero el momento junto a la estatua de Joey Dunlop fue
absoluto. Siempre quedan cosas pendientes, si vas por pocos días, lógicamente
no te da tiempo a todo. En mi caso, existe la necesidad de rodar en el Mountain
Course con mi moto, pilotarla sobre aquel lugar con el respeto debido por
supuesto, pero con decisión y valentía. Llegará el día, no me cabe duda.
Para esos
días ociosos sin carreras, te recomiendo la visita a la web de los transportes
públicos del Gobierno de la Isla
de Man, ya que en ella podrás informarte de horarios y calendarios para
planificar con antelación tus trayectos por la Isla.
Existen
horarios especiales durante el TT además de bonos por un día, para usar en
cualquiera de los transportes públicos. El año pasado durante el TT el precio de
ese bono diario era de 16 Libras. Uno de los puntos de información más fáciles de encontrar
en Douglas está en Port Jack, justo donde termina la línea del tranvía
eléctrico que une Douglas con Ramsey pasando por Laxey. Un trayecto muy
recomendable.
Seguimos en
contacto, quedan pocos días, y aún me quedan unas cuantas cosas que contarte
antes de que te vayas al país de las maravillas.
Texto y
fotos MCM
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