Hace casi diez años que traje a estas páginas virtuales una Gull Craft y ya por entonces me compadecía del paso inexorable del puñetero tiempo que se nos escapa de las manos como la fina arena, que cae imparable como en un frágil reloj de arena, delicado, como nuestra vida, que se escapa sin remedio con cada tic-tac de nuestro corazón y yo sólo quiero que “la ola que surge del último suspiro de un segundo me transporte mecido hasta el siguiente” Puto Robe! Disfrutemos mientras podamos que esto se nos va de las manos. Esta Honda CB define el sello del preparador japonés, una moto con mucha clase y una estética que roza el erotismo. Sobria en colores, esta siete y medio, creo, ya que el idioma del país del sol naciente aparece ante mi como un verdadero jeroglífico, por sus formas parece origen sevenfifty y que también se ve más alargada que la original, es digna de ser el objeto de esa combinación tan difícil de encontrar llamada “Disfrutar de”.
MCM
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