GUZZIMANÍA
Las Guzzi
de finales de los setenta y principios de los ochenta fueron las predecesoras
de la explosión de prestaciones que llegó del país del sol naciente y las que
tuvieron la difícil papeleta de soportar semejante chaparrón, como casi las
únicas representantes de la industria europea, junto con BMW. La marca del
águila en lugar de cambiar sus principales señas de identidad de aquellos años,
ha hecho lo contrario, mantener su huella genética sin ningún tipo de complejo.
Muchos preparadores y aficionados somos, me incluyo, auténticos enamorados del
V2 transversal de la marca de Mandello di Lario y de los genes de esta marca,
ya que toda Guzzi clásica que se precie debe ser larga y bajita. Hace unos días,
los belgas de Motokouture presentaron al respetable su última preparación con
base BMW, pero hoy no nos vamos a fijar en ella sino en la anterior, la
Moto Guzzi Brutzak, realizada a partir de
una Guzzi California en la que un aspecto descuidado preside su estética, con
detalles muy acertados como el particular asiento o el depósito oxidado terminado
en brillo, pero sobre todo, la firma genética de la que te hablaba antes, que
es la que da a esta preparación los argumentos definitivos para ser un puntazo,
ya que como buena Guzzi clásica que se precie es larga y bajita.
MCM
No hay comentarios:
Publicar un comentario