Esta entrada es repetida. Ya le dediqué mi tiempo en su día a El Señor Mayor, pero los avatares de la vida hicieron que aquel recuerdo se borrara en otros espacios. Hoy recupero esa memoria aquí, pero no puedo publicar lo que escribí en su día. Reescribo aquel post con lo que me inspira hoy, para quedarme tranquilo por un tiempo. Después me entrará el mosqueo y querré volver a reescribir y expresar mis ideas de otra manera, porque mi manera de entender lo que veo habrá cambiado y tendrá que ser reescrito y cuanto más mayor me hago más cuenta me doy de que tiene que ser así. Pero vayamos al cotarro del asunto, porque al final de mi esto no va, ¿O sí? El Señor Mayor tiene un espacio en Internet digno de admirar. Entre sus ilustraciones y escritos destaca la serie Amazon et Machina donde inmortaliza un momento imposible en el que una amazona posa elegante con su moto, sin ridículas posturas ni ropas impropias para una verdadera mujer, que monta su propia máquina, firme y poderosa. Cada una de las ilustraciones está acompañada de los pensamientos íntimos del autor sobre sus mitos eróticos y mecánicos. Una colección que evoca fantasías de una generación no tan mayor. Un recuerdo de aquellas bellezas que enamoran sólo con una mirada y que no necesitan desnudarse para despertar el deseo más íntimo. Una galería que reúne algunas de las pocas, por no decir únicas, certezas en las que todavía cree El Señor Mayor, a saber: motos de las de antes, cine del de antes y mujeres de las de… Bueno, pues eso. El autor es un inconformista y a pesar de que viendo su trayectoria profesional podría decirse que era un hombre digno de ser envidiado, acaba cansado de tratar de hacer los sueños de otros, realidad, para tratar de que sean los suyos los que vean la luz ¿Cómo? Comprándose una moto, haciendo las cosas de una en una y retratando una memoria que no fue, que quedará en el recuerdo como si fuera ayer mismo. Te invito a acudir sin demora a la web de mi paisano porque la verdad más verdadera es que estamos perdiendo el tiempo en tonterías.
El post al que me refiero al principio lo escribí en rudeandracer y el tiempo quiso que desapareciera. Hoy lo recupero. Haré lo mismo sin dudarlo con otras entradas que se borraron como lágrimas en la lluvia y no merecen ser olvidadas.
Ilustraciones:
Rude & Racer
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