courage
Los Road
Racers están hechos de otra pasta, una pasta especial. Son humanos como tú y
como yo, hasta que se suben sobre su montura y atacan la recta del Grandstand
en dirección a Bray Hill. Aquí es donde se transforman en seres capaces de
rodar al límite en el límite, rozando la gesta en cada recta, en cada curva, en
cada rasante. El Tourist Trophy fue, es y será la prueba motociclista más
grande de la Tierra
y el mayor reto al que se puede enfrentar un Piloto, da igual que sea un
profesional de primera fila o un amateur con lo puesto. El Mountain Course no
hace distinciones.
El ataque
de adrenalina en tu cerebro estalla al recibir la salida y acelerar como alma
que lleva el diablo sin parar de subir marchas hasta los límites del motor de tu
máquina, pero debe quedarse a un lado en el momento en el que un largo shimmie,
provocado por un pequeño bache, te invita a cortar bajando la espeluznante
cuesta de Bray Hill, los videos no le hacen justicia, pero no debes cortar en
ningún caso. Hay que llevar el motor arriba, todavía un buen rato. Después de
la bestial bajada que dibuja una larga pero abierta curva de izquierdas, te
espera un punto donde las suspensiones de la moto harán tope sin remisión,
mientras la quilla suelta un alarido al rozar con el asfalto, estás en the
Botton of Bray Hill, un badén que define una pequeña curva de derechas, lo
suficiente para lanzarte a la izquierda en Ago’s Leap, rasante donde tu moto
querrá despegar. Tú debes impedirlo, con todas tus fuerzas, pero no cortes, no
hay tiempo que perder, porque deberás mantener el gas a fondo durante otro par
de parpadeos. Lo justo para dejar atrás Quarter Bridge Road y encarar la
frenada de Quarter Bridge, que está en bajada, también pronunciada, y entre una
arboleda que oscurece el camino. Antes habrás despegado y volado unos cuantos
metros en la mitad de la recta de Quarter Bridge Road. Entre los dos parpadeos
que te he dicho antes. Por cierto, sólo has hecho algo más de una milla, te
quedan treinta y seis y media.
He tratado
de pensar en una disciplina deportiva o no, que precise de un nivel de
concentración que se pueda comparar con el que debe desarrollar un Piloto del
TT., pero no encuentro ninguna. Hay que plantearse que durante 37,773 millas los
Pilotos deben estar atentos a cada una de las miles de referencias y puntos
críticos que pueblan el trazado, teniendo en cuenta que en un Senior TT o en la Superbike TT se dan seis
vueltas, por no mencionar al resto de rivales que vayas encontrándote. Los
Pilotos son verdaderos héroes y como tal los tratan. Tenemos mucho que aprender
de esta gente. Por cierto, te recomiendo fervientemente que si no has estado
nunca allí, como era mi caso hasta hace unos días, acudas, busques tu lugar
favorito y te prepares para alucinar. Te puedo asegurar que tus expectativas
quedarán en algo anecdótico, sobre todo si lo primero que ves pasar es a un
Road Racer con los ojos inyectados en sangre sobre una Superbike pata negra, en
sexta a fondo.
Texto y
foto: Manx Cat Motosport
Dedicamos ésta y el resto de
entradas sobre el Tourist Trophy 2013 que publiquemos, al bravo Piloto español Antonio
Maeso, que tuvo la desdicha de sufrir un accidente durante la sexta vuelta de
la carrera de Superbikes. Antonio, sabes que eres fuerte, vas a superar
cualquier reto que te pongan delante, la afición te dará el aliento siempre que lo
necesites.
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